El 20 de marzo a las 10:17 hora de Buenos Aires (13:17 hora de Greenwich) se llevará a cabo el Equinoccio de Otoño en el hemisferio sur y el Equinoccio de Primavera en el hemisferio norte.

¡Es el día del cumpleaños de la Tierra!
El Sol vuelve a ingresar en el signo de Aries a activar un nuevo ciclo Zodiacal.

Es el día que marca el equilibrio entre la luz y la oscuridad, es decir la misma cantidad de horas del día y de la noche.
La energía de Aries es la chispa que vuelve a encender el motor para toda la máquina de la naturaleza vuelva a ponerse en movimiento. Sin embargo, en el hemisferio Sur se trata del momento que inicia la muerte de la naturaleza que es la apertura a un proceso que implica luego un renacimiento nuevo.

Aries enseña dentro del Zodiaco la importancia del inicio, del primer paso hacia la dirección del propio deseo, es aquél primer movimiento para pasar del estado quieto al comienzo que con frecuencia es el más dificultoso. En este sentido Aries es el que llama a la acción, a la potencia de la vida, a la semilla, a la iniciativa que más nos acerca a la propia naturaleza.

En el hemisferio Sur en su inicio de transformación contiene una increíble llamada a la vida, en el sentido de preparación a la renovación total.

Los Equinoccios y los Solsticios son buenas oportunidades para poder observar el entorno y nuestra relación con los ritmos de la naturaleza, ver cómo conservamos nuestra energía, pues los patrones de la naturaleza son más sanos de los impuestos por el mundo moderno.

Es que estamos tan catapultados en la vida cotidiana, en el estrés laboral que no estamos más en contacto con el ambiente y podemos encontramos difícil sentir este despertar interior. Porque lo que importa es la interioridad, cómo nos sentimos dentro, cómo renacer por dentro para descubrir quiénes somos realmente. Aries es el impulso, el despertar.

Es el momento para liberar las ramas secas, liberarnos y abrir paso entre las hojas que se caen en éste otoño. La tierra acoge cada hoja porque sabe que es nutrimento para luego renacer en todo su esplendor. Estamos llamados a regresar a lo esencial, a retirarnos a escuchar. Las temperaturas bajan y necesitamos reparo para centrarnos y ver qué queremos comenzar, cuáles son nuestros deseos del Alma.

El deseo de cambio e innovación se siente con fuerza, pero también hay otras cosas que se deben considerar, porque si realmente queremos cambiar y traer algo nuevo a manifestación, tenemos que arremangarnos y ocuparnos.

Realmente podemos con el ingreso del Sol en Aries vivir una aventura nueva y emocionante, si recuperamos nuestro derecho a ver la vida como es y aceptar la alegría y la tristeza, equilibrando estos dos sentimientos que se toman al extremo.

Todos deberíamos aprender a dejarnos fluir en la vida de forma más natural y comenzar a vivir el presente con más conciencia. Estamos impulsados a comenzar modificándonos porque sólo así logramos cambiar el entrono.

¡Buen equinoccio a todos!